Café de la Plata, el iberoamericano de Atocha que marca tendencia.

Begoña A. Novillo22/08/2023
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El Café de la Plata es el nuevo punto de encuentro en la capital que mezcla el carácter castizo propio del barrio y el ambiente internacional que acoge. Al frente de este nuevo espacio, Estanis Carenzo reivindicando la hispanofonía, una mezcla gastronómica de pulsiones de medio planeta que confluyen en cada uno de sus platos y representan las ciudades más emblemáticas de Sudamérica.

Ubicado en la planta calle del recién inaugurado hostel Latroupe Prado, Café de la Plata respira de ese mismo aire internacional. Un ambiente cosmopolita que acoge a cliente alojado como externo y que permite la mezcla de culturas y la cuestión urbana en torno a la mesa. Es el lugar perfecto para desayunar, almorzar, comer, tardear, cenar y tomar unas deliciosas copas. Una cocina cerrada y con una solución para cualquier momento.

Su carta ha sido creada para ser compartida: escabeche de mejillones gallegos y totopos de la casa, sus ya clásicos puerros asados con romescu, sus riquísimos boquerones en vinagre con mojo canario, la sardina Matosinhos o la anchoa desalada con tostada y mantequilla artesana.

Mediterráneo puro en sus crudos y frescos: tomates buenos, AOVE y vinagreta…Por unidades los buñuelos lusos, el croquetón brasileño de gallina o castellano de lechazo o la empanadilla criolla al horno. De fondo y brasa (y rematando), un bife tierno de picanha, el galeto picantón o la sorprendente unión de la molleja de lechal con limón quemado, entre otras opciones.

Para acabar (y no compartir) helado almendrado, pastel de tres leches, alfajores tradicionales o un refrescante melón con lima son algunas de las opciones de una carta cambiante que irá adaptándose y reinventando nuevas propuestas donde los pequeños productores, lo fresco y la calidad equilibran las mezclas donde se reconoce la mano de Carenzo, una ejecución sencilla y sobresaliente.

En su carta de bebidas encontramos vinos de baja intervención, cervezas y sodas artesanales, refrescos y café de tostador local. Tragos imbatibles y perfectamente ejecutados. Aquí se pierde el miedo a pedir y se combinan los platos con la coctelería moderna (muy Estanis…).

Todo transcurre en una barra larga -y modernizada- que recuerda a las antiguas barras de taberna, sus mesitas en mármol redondo o sus mesas altas (para dos) frente a los grandes ventanales, que dejan ver la vida de barrio. Una decoración simple con materiales nobles, imágenes y fotografías con reminiscencias a las costumbres criollas, antiguos mitos musicales latinos, acompañadas por una playlist curada etno-culta que evoluciona según horario, desde la bossa, al afroperuano culto, chispas de caribe francés o nuevos estilos latinoamericanos.

El Plata se convierte en chill out, donde absorber la energía madrileña tomando una copa que maride con alguna de las mezclas que propone el DJ, aunque también da pie (y espacio) a celebrar fiestas, eventos, tardeos e incluso conciertos, ya que cuenta con escenario propio y equipo de música digno de las mejores discotecas. Los clientes que se alojen en el hotel no tendrán porqué preocuparse ya que, gracias a la insonorización realizada a conciencia, las habitaciones seguirán siendo un lugar tranquilo.

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