
Barbillón Madrid, celebra 12 años de éxito con una carta renovada y platos icónicos.
Barbillón Madrid, cumple 12 años liderando la cocina de mercado en el norte de la capital. El mítico establecimiento ubicado en Aravaca estrena carta con nuevos platos imprescindibles y su buen hacer de siempre, sello inconfundible de la casa.
Este icónico espacio, reconocido por su enfoque en la cocina de mercado con un toque de vanguardia, ha sabido ganarse el paladar y la fidelidad de sus visitantes con una propuesta gastronómica desenfadada que combina tradición, creatividad y calidad. Este compromiso con el producto, la excelente atención en sala y el buen ambiente del que se puede disfrutar define el alma del proyecto familiar.
El espacio, que combina elegancia y calidez en su diseño, es mucho más que un restaurante. Barbillón Madrid ofrece un ambiente acogedor y versátil donde se puede disfrutar de una cocina non stop que no defrauda: desde espectaculares desayunos, hasta cenas tardías, pasando por comidas con sobremesa o de picoteo, tardeos animados y encuentros en cualquier momento del día. Su cuidada atención en sala, refuerza su posición como un lugar de visita obligada tanto para vecinos como para quienes se aventuran a cruzar el cinturón de la M30 para disfrutar de la buena mesa y de su buen hacer.
En su carta, Barbillón destaca por reinterpretar recetas clásicas con giros sutiles pero ingeniosos que sorprenden sin perder la esencia original. Cada plato es el resultado de una meticulosa selección de ingredientes de primera calidad. Una carta que propone un recorrido renovado por platos de siempre y por otros con influencias más cosmopolitas sin perder de vista la autenticidad.
La nueva carta de Barbillón Madrid pone en el centro la calidad del producto, la base sobre la que se construye cada plato. Desde las delicadas ostras Gillardeau del Raw Bar, servidas solas o con un original "shoot" de Bloody Mary, hasta elaboraciones más complejas como el tiradito de pez limón con leche de tigre de albahaca y jalapeño o el tartar de vieira y gamba roja con leche de coco, que reflejan la apuesta del restaurante por sabores frescos, auténticos y bien ejecutados.
Para los paladares más sibaritas, un apartado dedicado al caviar ofrece combinaciones sorprendentes y a la vez sencillas que ensamblan a la perfección como el milhojas de patata con caviar o el huevo poché con parmentier y caviar, ambas propuestas con precios igualmente apetecibles. Pero para los que se queden con ganas de más el caviar Osetra de 30 g puede ir acompañado de un pan brioche y mantequilla de oveja o bien de unos huevos fritos.
La sección de entrantes se presenta como una invitación a compartir. Las míticas tablas con el mejor producto y una cuidada selección de Jamón 100% ibérico, lomo de presa, mortadela de la que te hace llorar y parmigiano reggiano, del de verdad. Recetas emblemáticas como las rabas a la andaluza con huevo frito, la ensaladilla de mi madre con gambitas de cristal fritas o las croquetas “jamón-jamón”, de receta secreta, destacan por su conexión con la cocina tradicional, pero con un toque que las hace únicas. Una selección La carta explora otros horizontes sin perder su esencia con nuevos indispensables, esos que se tienen que probar sí o sí, como son las gyozas de ropa vieja con caldo del cocido que se funden en el paladar, al igual que la tortilla alla carbonara.
Además, platos como el brioche de anchoa 00 con mantequilla de oveja, el bikini de rabo de toro con parmesano rallado o el mollete de atún rojo con mahonesa de ají amarillo y huevo frito añaden un toque más vanguardista, sorprendiendo con texturas y combinaciones innovadoras que no defraudan.
Los platos principales de la nueva carta están diseñados tanto para compartir como para disfrutar en solitario. Los amantes de la carne tienen una cita obligada con el T-Bone a la brasa con solomillo en steak y también con otras opciones como el canelón de solomillo con bechamel trufada y salsa perigourdine, el falso risotto de boletus y trufa o los dados de solomillo salteados con verduras al estilo asiático, mientras que los sabores del mar se reivindican en propuestas como el fish & chips de merluza de pincho.
Para cerrar la experiencia gastronómica, Barbillón ofrece un repertorio de postres dignos de mención. Entre las opciones destacan la emblemática tarta árabe, una receta con carácter propio; la tarta de queso caliente, una apuesta cremosa e irresistible o la original oblea de Nutella y mascarpone.
Esta nueva carta es una muestra más del compromiso de Barbillón por ofrecer una cocina reconocible, con un toque de vanguardia que conquista a quienes cruzan sus puertas. Un lugar al que siempre se vuelve, porque en Barbillón, cada plato tiene su historia.
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