Bestial by Rosi La Loca abraza a Bodega Submarina del Mediterráneo: un maridaje que asciende desde el fondo del mar.

Begoña A. Novillo
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En el fondo marino nada permanece quieto. En Bestial by Rosi La Loca sucede lo mismo: movido por su afán de sorprender y de crear recuerdos perdurables, el restaurante tocó la puerta de Bodega Submarina del Mediterráneo para invitar a sus vinos a salir a la superficie y contar, juntos, una historia que comienza a 24 metros de profundidad. Así nace este tándem: una bodega que culmina la maduración de sus vinos en silos sumergidosmicrovibración constante, 15–19 ºC estables y corrientes de renovación que afinan la estructura del vino— y un espacio concebido como imaginario oceánico donde cada plato guiña un ojo a la vida que late bajo el agua y fuera de ella.

Bestial by Rosi La Loca es un mundo propio que libera a quien entra de las ataduras terrenales e invita a flotar, respirar y sumergirse a través de una carta que juega con “Mar adentro” y “Mar afuera”. En ella conviven, sin solemnidad, iconos de la casa —de las zamburiñas con kimchi y lima a un arroz meloso de carnaroli con almejas y plancton— con bocados que parecen llegados de arrecifes imaginarios: tiraditos ahumados, wagyu con scamorza y shiso, postres que abrazan lo lácteo y lo salino. Fiel al espíritu del grupo, Bestial comparte ADN con sus “hermanos” Rosi La Loca, Inclán Brutal Bar, Lovo Bar, Calle 365 y Boom Boom Ciao (en Malasaña): hospitalidad, empatía y espectacularidad sin renunciar a la relación calidad-precio. Precisamente por esa obsesión por dar más por menos, fue Bestial quien llamó a Bodega Submarina para traer a Madrid una I+D enológica inédita en un maridaje abierto al gran público.
De esta manera, Bestial by Rosi La Loca reafirma la democratización de experiencias inolvidables, devoción del grupo Rosi La Loca World.

La enología submarina de Bodega Submarina del Mediterráneo —desarrollada y patentada junto a la Universidad de Alicante— no es un efecto estético: es método. Al someter el vino a microvibración y a un entorno térmico estable, la fruta se redondea, la acidez se integra, la madera se serena y la guarda se alarga. Esa transformación, que bajo el mar sucede en silencio, en sala se vuelve relato.

El menú Sinfonía Marina vertebra ese relato en cuatro pases que recorren Mar Adentro y Mar Afuera de la carta de Bestial, armonizados con referencias de Bodega Submarina del Mediterráneo.

Arranca con una ostra con salsa ponzu, cuyo filo salino y cítrico encuentra contrapunto en un Cava Rosé (Trepat 100%) de burbuja fina, 26 meses en rima y 12 meses de maduración submarina: cremosidad y notas de pastelería que abrazan el umami del primer bocado. Sigue un tiradito de lubina con vinagreta ahumada, cilantro y siete especias junto a un arroz meloso carnaroli con almejas y plancton; el hilo líquido lo lleva un Albariño (D.O. Rías Baixas), fermentado en acero, cuatro meses sobre lías y embotellado sin filtrar antes de su año bajo el mar: fruta de hueso y tropical, mantequilla y brioche que ordenan el yodo, airean el ahumado y limpian la untuosidad del grano. Llega la unión con hamburguesa de wagyu y scamorza sobre hoja de shiso, que dialoga con un Tempranillo 100% (D.O. Ribera del Duero) tras 18–20 meses en roble francés y 12 meses de inmersión: fruta negra compotada, café y cacao en un tinto potente y redondo, sin aristas. El cierre es dulce: tarta cremosa de queso de oveja Campo Real con mermelada de aceituna kalamata y helado de vainilla, elevada por un Cava Brut (Macabeo–Xarel·lo–Parellada) con mínimo 30 meses en rima y nueve de maduración submarina; brioche, frutos secos y una burbuja sutil que puliendo la dulzura prolonga la memoria del último bocado.

Sinfonía Marina condensa la propuesta en un formato claro para el comensal: cuatro pases (ostra/ponzu; tiradito de lubina + arroz de almejas y plancton; wagyu con scamorza y shiso; tarta cremosa de queso Campo Real) maridados con Cava Rosé, Albariño de Rías Baixas, Tempranillo de Ribera del Duero y Cava Brut, respectivamente. Todos los vinos han sido madurados bajo el Mediterráneo a 24 metros mediante un método patentado junto a la Universidad de Alicante, lo que aporta frescura integrada, volumen y finura a cada armonía. La experiencia estará disponible en C. del Prado, 4 (Barrio de las Letras, Madrid) por X € y resume el espíritu del grupo: democratizar lo inolvidable.

bestialbyrosi.com