Depeche Mode en el WiZink Center 12 de marzo de 2024: Una noche antológica llena de Clásicos, Emociones y... Duende.

Màximo Mardomingo13/03/2024
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Esta es la tercera vez que veo en directo al legendario grupo inglés Depeche Mode, oriundos de Basildon, Essex, cortesía de Live Nation. Como triste novedad, es la primera gira que hacen sin el gran Andrew Fletcher, fallecido el 26 de Mayo del 22, miembro fundador y para muchos el eslabón que unía las fuertes disputas que tenían los dos líderes del grupo: Martin L. Gore, compositor de todos los temas clásicos y el carismático frontman, Dave Gahan.

Tenía mucha expectación por ver cómo se apañaban los miembros supervivientes y la verdad es que me ha sorprendido muy gratamente, de hecho, ha sido el recital que más me ha gustado con respecto a los anteriores.

El show ha comenzado un poco frio, interpretando dos temas de su álbum más reciente: Memento Mori.  Un Dave Gahan estaba muy contenido y ataviado con un estrecho traje negro y camisa blanca de corte gótico. Pero para calentar a una audiencia entregada y que llenaba por completo el antiguo Palacio de Deportes de Madrid, nos deleitaron con cinco cortes clásicos: Walking in my Shoes, It's no Good, Policy of Truth, In Your Room y uno de sus primeros éxitos Everything Counts, que para el que suscribe fue uno de los momentos álgidos de la noche, por su puesta en escena y por su excelente ejecución; pero hay que decir que Gaham seguía bastante pasivo para lo que él suele hacer. Continuaron con dos temas de sus últimos discos, y llegando al ecuador del concierto y para dar un respiro al frontman de la banda que dejó el escenario para cambiarse de atuendos, Gore tomó las riendas vocales y nos deleitó con un delicioso set acústico de otros dos temas inmortales: Strangelove y Somebody.

Como dice el dicho: “Después de la calma, viene la tormenta” y reaparece un Gaham totalmente transformado, vestido únicamente con un pantalón  azul y su conocido chaleco del mismo color y, a partir de aquí, si que salió el monstruo de escena que lleva dentro. Ya no paró en toda la noche, bailando, moviéndose de un lado a otro del escenario, contoneándose como él solo sabe y dirigiendo al público a su antojo, como si un director de orquesta se tratara, todo un espectáculo. La segunda parte del recital comenzó con otro corte del último álbum, seguida de la brutal I Feel You, otro de esos temas que caldean el ambiente hasta grados insospechados. 

Le siguió otra de esas canciones que pertenece a los últimos trabajos de su discografía, para continuar con la fantástica Behind the Wheel dedicada a su querido compañero de filas, Fletcher. Una de las grandes sorpresas de la noche fue la incursión en el set list de Black Celebration, muy bien acogida por mi parte, ya que no suelen inteepretarla con asiduidad y, sin moverse de este importante álbum, cantaron Stripped. Continuando con el set, interpretaron John the Reveletor, única canción clásica de sus últimos discos, concretamente de Playing the Angel.

Para terminar el concierto eligieron, como no podía ser de otra manera, su mejor tema, Enjoy the Silence, una version ligeramente diferente pero espectacular. Y aquí viene la gran sorpresa de la noche, en medio de la canción aparece una mujer con vestido rojo de bailaora y empezó a marcarse unos tremendos taconeos por Bulerias llenando el escenario de Magia y Duende. Yo estaba en pista, pero muy al fondo con la boca abierta, y muy a mi pesar no podía ver el rostro de esta fuerza de la naturaleza, pero lo que sí que pude ver es el estilo, las formas, los movimientos, y hubiera jurado que era la gran bailaora Belén López, y tras ponerme a investigar a través de internet, nada más salir del concierto, mis sospechas eran reales, una de las mejores bailaoras del mundo, estuvo allí con Depeche Mode, haciendo lo que mejor se le da, en una de las canciones pop más reconocidas del planeta. Ya sólo por este mágico momento valió la pena haber estado en tan gloriosa función. Termina el concierto, se apagan las luces, y todo el recinto se puso en pie, con las linternas de los móviles encendidas, pidiendo más canciones de los maestros del Tecno Pop.

Por fin salen a los pocos minutos y comienza el Bis con una versión cantada a capela por Gore y Gaham al unísono de la maravillosa Wating for the Night, creando un ambiente muy emocional, tanto es así que al terminar de cantar ambos protagonistas se funden en un abrazo. 

Para terminar a lo grande una noche tan especial, continuaron con la imprescindible Just Can't get Enough, otra de las canciones más celebradas por el respetable, seguida de la archiconocida Never Let Me Down Again y,como colofón final, sonaron los compases de la Inmortal Personal Jesus, su segunda mejor canción de toda su carrera. 

En fin, por todas estas razones, este espectáculo de dos horas largas de los Depeche Mode ha sido el que más me ha gustado, porque aunaron Canciones magistrales, emociones y... Duende.