
El Jardín de la Emperatriz 21: un tinto que sorprende.
Los vinos de Finca La Emperatriz se lo deben todo a su histórico viñedo ubicado en los confines de Rioja Alta y a casi 600 metros de altitud. Una propiedad centenaria y cuya antigua dueña fue la última emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo, que ya elaboraba vinos de esta finca en pleno siglo XIX.
De una parcela única, sumada a la experiencia de tres décadas de la mano de los hermanos Hernáiz - Eduardo y Víctor - brota esta nueva añada excepcional El Jardín de la Emperatriz Tinto. Esta botella recupera su seña de identidad, el icónico camafeo de la Emperatriz, junto a unos colores más sobrios que los que mostraba la botella anterior. El nuevo diseño aporta una mayor coherencia visual con sus hermanos mayores Finca La Emperatriz, los reserva de la gama. Se homogeniza así la imagen de la colección completa de las cuatro referencias de vinos procedentes de esta parcela.
2021 fue uno de los mejores años climáticos de la última década en Rioja, dando como fruto una cosecha excepcional que ahora se ve reflejada en este vino. El Jardín de La Emperatriz Tinto 2021 ha superado en puntuaciones y valoraciones de los críticos mundiales de vino a cualquier añada anterior, resultando la más apreciada hasta el momento. Entre las valoraciones cosechadas está la de Robert Parker con 92 puntos, 93 puntos recibidos del crítico James Suckling, y 91 de Tim Atkin.
Este reconocido tinto de acceso a la gama nace de una cuidada combinación de viñedos de 65 y 25 años, que aportan equilibrio, profundidad y frescura a su perfil.
Elaborado mayoritariamente con Tempranillo, la presente añada es capaz de mostrar la exuberancia aromática de la Garnacha, que aporta frescura, complementando la personalidad propia del Tempranillo. Además, sus 14 meses en barricas de roble francés y americano aportan un equilibrio sublime a su carácter afrutado y floral, y resaltan su complejidad reflejando las peculiaridades geográficas de la finca.
Un Crianza fino y elegante que presenta notas de frutos negros y rojos. Todo ello acompañado de violetas que se ven complementadas por recuerdos especiados y balsámicos procedentes de su crianza.
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