
El Rosario: una fiesta bañada por el Cantábrico
El puerto pesquero de Luarca, en el corazón de la villa, se convierte en el gran escenario de esta celebración de tradición marinera: las fiestas de nuestra Señora del Rosario. ¿Cuándo? 13, 14 y 15 de agosto.
En la capital del concejo de Valdés los días previos al 15 de agosto se viven con una intensidad especial cuando el ambiente marinero inunda toda la villa. No solo se prepara el gran homenaje a la Virgen del Rosario, patrona de los pescadores, sino que la villa entera se llena de actividades que mezclan devoción y cultura, tradición y jolgorio. Antes del gran día, los visitantes pueden disfrutar de una agenda repleta de propuestas festivas que incluyen desde los juegos náuticos, hasta la popular sardinada, donde se venden sardinas asadas y la sidra fluye como el agua por las calles del muelle y la lonja. Este evento está organizado por la Cofradía de Pescadores Nuestra Señora del Rosario, que también coordina el conjunto de las celebraciones.
El 15 de agosto, fiesta nacional, marca el punto culminante de estos festejos. Millares de personas, tanto del concejo como de distintos rincones de Asturias, acuden para ser testigos de una de las procesiones marítimas más emotivas del norte de España. La jornada comienza con una misa solemne en la Iglesia de Santa Eulalia de Luarca, tras la cual se inicia una procesión que recorre el muelle con la imagen de la Virgen, acompañada por las autoridades locales y las melodías de la Banda de Música "La Lira”. Esta asociación músico-cultural centenaria forma parte de la idiosincrasia luarquesa.
El recorrido termina frente al antiguo Mesón de la Mar donde la figura de la Virgen es embarcada en una lancha pesquera que encabeza el tradicional “saleo”, la procesión marítima que la lleva mar adentro escoltada por una flota de embarcaciones locales. Cada barco, decorado con banderas, flores y adornos marineros, acompaña a la patrona en un recorrido lleno de solemnidad y emoción.
Ya en alta mar, se lanzan al agua coronas y ramos de flores en memoria de los marineros que ya no están, mientras se entonan habaneras y canciones populares que refuerzan el vínculo entre la comunidad y el mar que le da vida. De vuelta al puerto, el ambiente se relaja y el espíritu festivo vuelve a tomar protagonismo. Los más jóvenes saltan al agua desde la lonja local, las terrazas se llenan de música y los ritmos de la “Charanga El Compango”, mientras la villa recupera el pulso alegre y colorido que define estos días de agosto. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, el Rosario ya es uno de los eventos más esperados del verano asturiano.