Nile Rodgers apareció a las 22:30 en el escenario de "Las Noches del Botánico", para sorprender a un recinto lleno hasta la bandera, con un setlist que repasaba la dilatada carrera del genial guitarrista.

 

No faltaron los mayores exitos de Chic, grupo que fundó Nile junto con su alma mater, el ya desaparecido bajista Bernard Edwards que estaba a la misma altura que su socio ya sea en creatividad compositiva como en la técnica de tocar sus cuatro cuerdas, tanto es así que crearon un estilo único dentro del género de la música disco.

 

Tras publicar tres álbumes excepcionales (Chic, 1977; Ces't Chic, 1978; Risque, 1979) ambos músicos consiguieron una gran reputación en la industria musical y comenzaron a componer y producir discos, en los famosos estudios neoyorquinos Power Station,  a otros artistas coetáneos como Sister Sledge, la gran Diana Ross o la mismísima Debby Harry (Blondie).

 

En la década de los 80, Rodgers produjo y arregló discos para músicos de la talla de David Bowie (Let's Dance, 1983), Madonna (Like a Virgin, 1985) o Duran Duran (Notorious,1986), todos ellos de un aplastante éxito global. Con un estilo único e inimitable a la hora de tocar su guitarra Fender Stratocaster, produce un sonido fácilmente identificable y es su Patente de Corso. Por esta razón, no es extraño que los mejores cantantes quieran que aparezca esa distintiva guitarra en sus obras. Sin exagerar un ápice, Rodgers apareció como colaborador en casi todos los discos que se editaron en los 80 en los EEUU. Me vienen a la memoria Steve Winwood (Back in the High Life, 1986); Peter Gabriel (So, 1986); Bryan Ferry (Boys and Girls, 1985 y Bette Noîre, 1987), todos ellos LP'S de éxito mundial -no puedo poner todos, pues la lista sería interminable-.

 

Por si fuera poco y ya entrados en el nuevo milenio, cantantes de la altura de Brittney Spears (Anticipating, 2001), Sam Smith (Together, 2013), o más recientemente Beyoncé (Cuff It, 2022), requirieron los servicios de su inconfundible ritmo de guitarra para las canciones principales de sus respectivos álbumes. Mención aparte merece el granito de arena que puso en el que, probablemente, sea el disco más seminal del siglo XXI, la obra maestra de los franceses Daft Punk, "Ramdom Access Memory" (2013). Su intervención en los dos Hits del álbum, "Get Lucky" y "Loose Yourself Dance", puso al veterano Rodgers en la órbita de actualidad, revitalizando su extraordinaria carrera musical a la vez que se reivindicaba todo su colosal legado en la música popular del siglo XX.

 

En apenas 90 minutos de concierto, un Nile Rodgers pletórico y arropado por su extraordinario grupo de experimentados músicos y dos excepcionales cantantes, plasmaron a la perfección el patrimonio musical de nada menos que seis décadas del maestro de las seis cuerdas.

 

Para que pudiera interpretar una cantidad ingente de éxitos, Nile optó por hacer popurrís, es decir, extractos de los temas más emblemáticos de su larga trayectoria, comenzando con "Le Freak" , "Everybody Dance", "Dance Dance Dance" y "I Want your Love" -todas canciones de Chic-, mientras que los asistentes que abarrotaban las instalaciones movían el esqueleto sin poder remediarlo. Continuó con un medley de dos hits del disco homónimo de Diana Ross "Diana": "I'm Coming Out" y "Upside Down" y otros dos hits de sus protegidas, las hermanas de Sister Sledge: "He's Greater dancer" y "We are Family".

 

Tras un pequeño respiro, un ruisueño Rodgers se dirigió al público  para contar lo que quedaba por llegar, (durante toda la noche fue muy comunicativo), y comenzó la primera gran sorpresa del evento, haciendo un inesperado popurrí del disco más exitoso de Madonna interpretando magistralmente  "Like a Virgin" y "Material Girl" y una imprevisible y deliciosa versión del "Modern Love" de Bowie. Tras otra pequeña interlocución, Rodgers interpretó "CUFF IT" su brillante y reciente colaboración con Beyoncé, enlazándola con otro de los momentos más sorprendentes del recital, las dos canciones más populares de Daft Punk: la ya clásica "Get Lucky" y "Lose Yourself to Dance" que hicieron saltar de los asientos a todo el respetable que permanecía sentado en las butacas hasta ese momento.

 

Tras otro animado monólogo Nile volvió a la carga con otro medley de cuatro temas: "Spacer" de Sheila & B. Devotion, "Soup of One" de Chic, "Lady (Hear me Tonight)" de Modjo y otra maravilla de Sister Sledge la, llena pistas de baile, "Lost in Music". 

 

Sin dar respiro, comenzaron los primeros compases del mega éxito de Duran Duran "Notorious", en una versión sencillamente insuperable, -de hecho, para el que suscribe, uno de picos de la noche-. Seguidamente volvieron a interpretar otro hit de Sister Sledge "Thinking of You" y otro clásico de Chic "My Feet Keep Dancing".

 

Llegando casi al final del concierto, concatenaron tres canciones de Chic "Chic Cheer"/Love Like This"/My Forbidden Lover" y, sin parar, enlazaron con una versión totalmente inédita de la celebrada "Let's Dance" de Bowie, que incluyó una esplendida interpretación vocal del batería, en la que interactuó con una audiencia entregada en cuerpo y alma, convirtiéndose para mí, en el mejor acto de la noche.

 

Para terminar el recital, eligieron la mejor canción de Chic, "Good Times" ensamblándola inteligentemente con la ya mítica "Rapper's Delight" de Sugar Hill Gang, haciendo muy bien de rapero el propio Rodgers.  

Tras finalizar el concierto, el público allí congregado, se puso de pie para aplaudir y ovacionar durante más de diez minutos, en muestra de agradecimiento por el gran show que nos regalaron en la noche más "Chic" del Botánico.