XXIII SALÓN de los MEJORES VINOS DE ESPAÑA DE LA GUÍA PEÑIN

Tanino Gordo06/12/2023
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23 Salones de los mejores vinos de España y 33 Ediciones de la guía Peñín, hablan a las claras de un acontecimiento relevnte y más que consolidado para muchos profesionales y aficionados, que merece la pena reseñar. Afincado en uno de los Pabellones de IFEMA, podemos encontrarnos con la mayor variedad de vinos españoles de primera calidad y que han sido puntuados por la guía con, al menos, 90 puntos. Separando los stands en color verde hasta 94 y en granate los que llegaron a 95 o superaron esa puntuación. Más de 2.500 referencias de 350 bodegas y 285 mesas expositoras le convierten en algo inabordable en toda su extensión, este año incluso estuvieron presentes 10 bodegas internacionales , en toda su magnitud y más cuando el vino, a pesar de escupirse en su mayor parte, comienza a mostrar, en mayor o menor medida, sus efectos pues como dice el dicho “quien negocia o se enjuaga, algo traga”.

Esta edición de la guía es histórica pues por primera vez 4 vinos alcanzaron los 100 puntos que, salvo uno que no fue llevado al Salón, tuve la ocasión de catarlos, si bien son harto conocidos de cualquier buen aficionado: Rioja Alta Gran Reserva 890 2.010, Pazo de Señorans Selección de añada 2.015, Pingus 2.021 y Vega Sicilia único Reserva Especial (2-010-11 y 12). 8 vinos alcanzaron los 99 puntos en esta ocasión entre los que destacan varios cavas y algún Jerez cuya D.O. sigue siendo para la Guía la que obtiene mejores puntuaciones seguida de Montilla Moriles y Priorat.

Uno cuando llega a este evento quiere llevar un cierto orden, no demasiado estricto, para que nada importante se le pase e intenta no mezclar tintos con blancos, espumosos o generosos, pero aún tomando breves notas de lo que cata, en un cuaderno cada vez más reducido, no puede evitar el dejarse llevar por encuentros con conocidos entre asistentes, bodegueros o comerciales y hay que ir, de una u otra forma, probando vinos dejándose llevar. Sólo caté unos 130 vinos en la jornada casi completa del lunes 13 y curiosamente uno de los mejores vinos que probé, siempre influye el orden y el momento y siempre se cata muy poquito, fue el Pesus 2.016, Ribera del Duero de bodegas Sastre, unos 350 €, que no figuraba en el panel.

Aún con el alto número de bodegas participantes se puede echar de menos la presencia de alguno de los grandes, pero la mezcla entre los consolidados y los nuevos, avalados por sus puntuaciones, o desconocidos para algún aficionado como yo es más que interesante. Entre los primeros, aparte de los que obtuvieron la máxima puntuación que tuve ocasión de catar, destacaría Riojas como el Barón de Chirel 2018, Dalmau 2019, los dos con 95 puntos o el Roda y Roda I; Riberas como Flor de Pingus 2021,el Dominio del Águila 2019, Inés 2020 de Vizcarra o TSM 2021 de Carmelo Rodero. Por supuesto Numanthia y Termanthia que hace tiempo dejaron de parecerse tanto a lo que compraron a la familia Eguren y tienen su propia personalidad din renunciar, como no podía ser de otra forma, a sus orígenes Menos conocidos, pero no menos interesantes me resultaron los Riojas parcelarios de Bodegas Artuke del 2021: El Escolladero y La condenada y la gama de los vinos de Dominio do Bibei en la Ribeira Sacra. Como siempre estupendos los cavas de Agusti Torelló , de Gramona y de Recaredo por mencionar a los más destacados. De entre los menos conocidos, a los que obviamente dediqué menos tiempo, destacaría la gama de riojas de Oxer Wines. Vinos parcelarios de escasa producción que no conocía de nada y me sorprendieron gratamente, atención al Kuusu 2021 que es un Toro y no lo parece, asi como 2 garnachas Castelae, blanca y tinta que elabora el enólogo Raúl Tamayo (Trust en Ribera del Duero) en su pueblo Pampliega (Burgos). Había oído hablar de los vinos bercianos de Michelini i Mufatto y no decepcionan. Destacaría Encinado2021 y Post-Crucifixión 2020.

Uno se da cuenta, revisando sus notas, que en esta ocasión el orden más bien no existió, que dejé de probar cosas más que supuestamente interesantes, que me sorprendí menos de lo esperado con lo que caté y que este mundo del vino evoluciona a mucha más velocidad que lo hace uno, pero tras 4 años sin haber acudido a este evento, dos por la consabida pandemia, estuve encantado de volver y menos de relataros con mayor detalle lo que allí probé. Quizás no os haya servido de mucho, pero tened en cuenta este evento otoñal si alguna vez pudierais acudir a él. ¡Y dentro de 2 años será ya la 25 edición!